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¡Obedezcan a mi profeta! ¡lleven a cabo las ordalías de mi conocimiento! ¡búsquenme sólo a mí! entonces los júbilos de mi amor les redimirán de todo dolor. Esto es así: la juro por la bóveda de mi cuerpo; por mi sagrado corazón y lengua; por todo la que puedo dar, por todo lo que deseo de ustedes.